martes, 8 de abril de 2008

Formula 1: G.P de Bahreim


MASSA GANÓ POR DELANTE DE KIMI, NUEVO LÍDER, Y KUBICA

Alonso, décimo, protagoniza su peor resultado desde 2004


Fernando Alonso conquistó en Bahrein su peor posición como piloto profesional de Fórmula 1 prácticamente desde que pilotaba un Minardi en 2001. Por primera vez en muchos años el piloto español no logró entrar en los puntos de un Gran Premio en una carrera normal, sin incidentes, accidentes o averías. Sí, Lewis Hamilton embistió la zaga del español en la segunda vuelta, el alerón trasero del Renault de Fernando se resintió, pero el español reconoció que no fue decisivo para el décimo puesto final del coche número 5.

Desde el Gran Premio de Inglaterra de 2004 no le pasaba algo parecido. Con aquel R24 que salió rana, como éste de ahora, Fernando salió el16 en parrilla y entró en la meta de Silverstone también décimo a 24 segundos del ganador. En Bahrein lo hizo a 77 segundos de Felipe Massa, que se reivindicó al menos durante un tiempo con una victoria impecable.


El 'R-tocomocho'

En Hungría 2005 terminó el 11, pero Ralf le había embestido en la salida y tuvo que ir a boxes. Con esas excepciones, desde 2003 Alonso puntúa cuando termina. Hasta Bahrein. Ni en sus peores pesadillas se imaginaba Fernando, ni nadie de Renault, que el R-tocomocho caería tan bajo antes de la llegada de esa esperada mejora para Barcelona, que él mismo sería tan poco importante que ni si quiera le enfocarían las cámaras de televisión en los repostajes. A un bicampeón del mundo.

Fernando no salió bien, aunque bastante mejor que el poleman Robert Kubica, que se dejó comer la posición por Massa, y sobre todo que Lewis Hamilton, que se quedó literalmente clavado al punto que Kovalainen le tuvo que hacer una bicicleta al mejor estilo de Robinho. Otra vez un lío con los botones dejó seco al coche número 22. Fernando quedó empotrado, pero no pudo con Button durante dos o tres curvas, ni con Webber, que venía por detrás, y se quedó donde estaba, décimo. Cuando aún buscaba sitio a codazos su compañero Lewis, que venía desbocado, ya le dio un toquecito y una vuelta después se le echó encima, le dejó el R28 zozobrando aunque peor le fue al inglés, desmorrado y camino de boxes con el liderato hecho trizas.

Fernando notaba algo en el alerón trasero, un punto de desequilibrio que pedía en la radio que se le corrigiera rectificando el alerón delantero. En ese momento Raikkonen relegaba a Kubica al tercer puesto con un interior de bella factura y que dejó la carrera sentenciada hasta la vuelta 57. Luego Heidfeld hizó el mejor adelantamiento de la carrera a Kovalainen y se aseguró el cuarto puesto y la segunda plaza del Mundial.


Mal inicio de Kubica

Su compañero polaco no estuvo fino ni brillante en esos primeros tres giros en los que perdió sus opciones de lograr la primera victoria de BMW. Aun así, la firma muniquesa lidera el mundial de constructores por primera vez en la historia y tiene a Heidfeld segundo y a Kubica tercero. La primera victoria para la escuadra alemana parece sólo cuestión de carreras.

Por detrás, Fernando mantuvo un ritmo entre 1.5 y 2 segundos más lento que la cabeza, ritmo que padeció tanto con ruedas duras como con blandas, cargado y descargado, con el alerón delantero corregido y sin él. Con estos mimbres, tras la primera parada le superó el Toyota de Timo Glock en los repostajes y ya no pudo con él en carrera. Lo mismo le pasó a Raikkonen con Massa, por más que apretó, el brasileño contestó con vueltas rápidas las mismas vueltas que le arrojaba el finés y no le pudo superar en las dos paradas.

Alonso contempló cómo los dos Toyota acabaron delante, un Williams, un Red Bull y los seis grandes, por supuesto, y si se descuida también Barrichello en los compases finales. Irónicamente, en el Mundial más apretado de las últimas temporadas, con seis pilotos en cinco puntos, el mejor piloto de la parrilla se pelea en otra órbita, con otros actores por ganarse el ascenso. El consuelo es que este coche sólo puede mejorar.

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