martes, 1 de abril de 2008

Entrevista de Dani Pedrosa al diario Marca


QUIERE ENTERRAR UN PIQUE QUE, SEGÚN ÉL, NO EXISTE

Dani Pedrosa: "Lorenzo y yo somos rivales y ya está"

-"Sólo algunos pilotos pueden marcar la diferencia por ser quienes son"
-"El podio de Qatar fue ese golpe encima de la mesa que necesitaba"
-"Es muy frustrante cuando uno no tiene las armas siquiera para luchar"

Calza sudadera azul salpicada de pegatinas y un gesto amable que delata su buen humor. La resaca de un triunfo en Jerez siempre ayuda. Pero Dani está relajado, mucho. Escoge las palabras con celo y nunca se excede en las formas. Habla de 2007, un año baldío, de la nueva moto, de Jerez, de Lorenzo... Y zanja la polémica con cortesía. Dice que lo suyo es ganar. ¿Y hablar? "En el asfalto".

Pregunta. Jerez siempre toca la fibra pero la primera victoria en MotoGP, la máxima expresión del motociclismo. ¿Qué cuerpo le ha dejado? Respuesta. No sé, pero estaba muy contento. Era la segunda vez que ganaba una carrera en casa después de la que conseguí en Valencia. Allí, en Cheste, también me emocioné bastante y aquí volvió a pasar. Evidentemente siempre das lo máximo de ti, pero cuando acabas la carrera y estás contento con el resultado no te entregas de la misma manera al público cuando lo haces en el extranjero que en tu propio país, con tu gente.

P. La vuelta de honor es la más lenta de toda la carrera. La del domingo duró más de cinco minutos. ¿Qué iba pensando bajo el casco?
R.
Pues no pensé mucho, no lo creas. Simplemente la disfruté a tope. Crucé la meta, estaba tremendamente contento e intenté disfrutar y compartir la victoria con todos los aficionados que había aquí.

P. Trece años después de que su mánager y mentor Alberto Puig hiciera lo mismo en 500 sobre esta misma pista, ha conseguido algo parecido. ¿Habéis compartido algún comentario al respecto?
R. Sí, es verdad, pero la verdad es que nunca hemos hablado de estas cosas y creo que es un poco más una anécdota que otra cosa. Es verdad que ahora tenemos otra cosa más en común.

P. En el podio se le vio muy cariñoso y cercano con el Rey, casi como un niño. ¿Qué le inspiraba estar al lado del monarca?
B. Bueno fue un gran día en todos los sentidos. Además hace mucho tiempo que él no venía a un Gran Premio y que encima viniera en el día en que yo gano la carrera más importante yo creo que es fantástico y quiere decir que es lo mejor que podíamos conseguir. Yo al Rey lo veía en casa, cuando era pequeño, y me produjo felicidad verlo esta vez en vivo.

P. En Qatar aseguró haber descubierto la grandeza de un equipo como HRC Honda. En Jerez, esa leyenda crece con una victoria crucial. ¿Podría explicar en qué consiste esa leyenda de la que tanto habla últimamente? B. Para mí la leyenda son las victorias que tienen encima. El poderío que han demostrado durante muchos años parece que se había olvidado últimamente. Y en Qatar apelé a la leyenda y lo dije porque allí habíamos tenido muchos problemas en los entrenamientos previos al gran premio. Ellos se pusieron a trabajar muy duro y en siete días comprendieron la gravedad del asunto. Hicieron en tiempo récord las mil y una para mejorar. Al final, salió bien, y se lo quise agradecer.

P. También en el anuncio de televisión de Repsol se le ve liderando por delante de una estela de grandes campeones. ¿Ha llegado a un punto de madurez suficiente para entender y apreciar todo lo que hay detrás de lo que está consiguiendo?
B. No tanto a lo que hay detrás como lo que hay alrededor, lo que conlleva ser y estar, y los compromisos que a este nivel deportivo se te exige estar a veces. Estas son cosas que vas aprendiendo poco a poco, pero evidentemente en esta categoría esa responsabilidad se multiplica.

P. Dani, MotoGP ha sufrido una renovación total en dos o tres años, el nivel ha crecido mucho. ¿Están las victorias más caras que nunca?
B.
Sí, es evidente que cada año todo se complica más. Parece difícil que cada año sea más costoso ganar pero luego te das cuenta que nunca es más fácil que la vez anterior. Ahora, para conseguir el triunfo las cosas tienen que estar bastante en su sitio y si no la cosa se complica más de la cuenta. Ahora todo está más abierto que antes.

P. Sólo hace falta ver a Valentino disfrutar como lo hizo en Jerez por un segundo puesto. Parecía que hubiera ganado el Mundial.
B.
Sí. Pero es porque Valentino sigue disfrutando, siendo segundo o primero. Está claro que es mejor si ganas, pero también depende de cuál sea la situación llegar segundo te sabe a gloria. Para algunos las expectativas el sábado no eran tan buenas y se mejoraron el domingo.

P. ¿Se identifica con Valentino por lo que les ha ocurrido este último año, con tantos problemas?
B.
No hemos hablado mucho de esto, pero lo de los neumáticos el año pasado fue un clásico, la verdad. Tuvimos nuestros problemas y lo pasamos mal en algunas carreras. Vamos a ver si este año la tónica cambia.

P. Es paradójico que la tecnología pueda frenar el talento de dos pilotos como usted y Rossi. ¿Cómo se sobrelleva esta circunstancia, con resignación o con rabia?
R.
Yo la verdad es que lo he vivido menos que Rossi. Cuando yo llegué a esta categoría ya había un elevado nivel tecnológico. Él quizás ha notado más este proceso porque empezó en 500 y lo ve con más claridad, pero evidentemente el año pasado en algunos momentos fue bastante difícil entender por qué el talento a veces no se imponía ante una situación como la que planteaban los neumáticos. Pero no te queda otra que resignarte y seguir trabajando.

P. ¿Por eso en Cheste, en la última carrera, utilizó la metáfora de las manos como símbolo del talento?
R.
Un poco sí. Si esto tiene que seguir evolucionando no me gustaría que se convirtiera en un deporte en el que cualquiera se sube a la moto, se sienta ahí, le da al gas y la moto lo hace todo sola. Creo que la gracia de un deporte es el mérito del deportista.

P. ¿Lo dice porque hay pilotos que antes eran incluso inferiores en 125 o 250 y ahora en MotoGP a veces se cuelan entre los mejores?
R.
Sí, pero quizás ahora la categoría es menos exigente a nivel de caídas o de encontrar los límites. Ahora, encontrar el límite a la moto es un poco más fácil que antiguamente y eso hace que la adaptación a una nueva categoría sea menos arriesgada. Pero al final los que tienen que estar delante lo han estado siempre.

P. El año pasado, la moto fue un fiasco. Éste, se cae, no puede casi entrenarse y la nueva Honda tampoco parece tan fiable. ¿Se ha planteado en algún momento cambiar de aires?
R.
Una cosa importante que hemos hecho este invierno ha sido mantener la calma y tener paciencia. Recuerdo cuando me preguntaron en el hospital de Barcelona si me preocupaba la evolución de la moto y yo dije que sí, que claro que me preocupa. Recuerdo que mucha gente me criticó por eso, pero al final pasó lo que yo había adelantado. La moto no fue bien hasta que la volvimos a tener nosotros entre las manos. Ahora creo que estamos retomando el buen camino pero el secreto para salir de aquella situación fue la calma con la que nos lo tomamos. En esos momentos malos supimos superarlos con paciencia y claridad en los objetivos.

P. ¿Sugiere que Hayden, su compañero, no es capaz de desarrollar una moto?
R.
No, no me meto en eso. Sólo quiero decir que hubo un parón, dejamos de evolucionar esa moto y cuando la recogimos de nuevo, no había cambiado nada. Pero no he hablado de mi compañero de equipo.

P. ¿Ha tenido que dar algún golpe encima de la mesa en esta pretemporada?
R.
Bueno, yo creo que Qatar fue ese golpe. Poder salir de la nada y hacer un tercero creo que fue muy importante para mí y para el equipo.

P. Hay un ingeniero de la F-1 que dijo que el problema de los japoneses -en referencia a Honda y Toyota- es que hay demasiada burocracia y poca capacidad para improvisar. ¿Echa en falta esa espontaneidad de Ducati para tomar decisiones con urgencia?
R.
Bueno… No lo sé… Realmente…

P. Porque esto va muy rápido, cuando uno se quiere dar cuenta se ha escapado el Mundial.
R.
Eso sí. Porque cada dos semanas hay carreras, algunas veces son seguidas. Cuando acabas no te has dado cuenta y ya estás en la siguiente y al final, si estás un poco despistado, estás totalmente fuera, cuando ha pasado todo ya no tienes tiempo para reaccionar. Por eso hay que mantener la concentración en todo momento y saber dónde se está.

P. Hace un año, a estas alturas estaba descorazonado y señaló que debía vivir el presente para no deprimirse. ¿Este año cambia la película?
R.
De momento, es bastante diferente. Hemos empezado con muchos más problemas pero también hemos resurgido con mejores resultados en estas dos primeras carreras. Vamos a intentar continuar, pero evidentemente, la categoría está en un nivel muy alto y es difícil mantenerlo cada fin de semana.

P. Da la sensación de que su talento se ha impuesto a la tecnología en estas primeras dos carreras. ¿El talento puede sellar goteras o en el mundo del motor no es tan sencillo? R. Bueno, en el mundo del motor lo que hay son variables. Tienes que contar con que siempre te puede pasar algo, o que el motor se rompa, o que te pasen algo con los neumáticos. Te pueden pasar mil cosas. Eso en el hipotético caso de que ocurra algo. Lo normal es que las cosas dentro de lo normal funcionen. El talento tienes que ponerlo tú. No es como un atleta, que sólo depende de él mismo. Dependes de ti mismo más otras cosas. Pero evidentemente, lo normal es que tú marques la diferencia si no pasa nada.

P. ¿Se siente ha sentido un poco como Alonso en la Fórmula 1 o son caminos demasiado divergentes? B. Yo creo que son muy diferentes. Ya es difícil comparar distintas épocas, imagina con otros deportes.

P. Lo digo porque Fernando, con Renault, no puede dar más. ¿En las motos hay mayor margen de factor humano? R. Hombre, desde fuera puede parecer que en la Fórmula 1 el factor humano cuenta un poco menos que en las motos, pero no te lo puedo asegurar porque nunca he pilotado un Fórmula 1 ni lo sé. Pero sí que te puedo decir que en las motos hay días en los que, depende qué tipo de gente, porque no todos lo pueden hacer, sólo algunos, pueden hacer la diferencia por quiénes son.

P. ¿Qué es más difícil de asumir la derrota o que no tienes armas para luchar? R. Yo creo que asumir es difícil siempre si eres un ganador. Aunque pierdas una vez, vas a hacer todo lo posible para ganar la próxima vez. Pero no tener las armas para poder estar delante es bastante frustrante. Y sin embargo, si pierdes pero lo has dado todo, pierdes con la certeza de que tú ya has hecho lo máximo y lo que tienes que hacer es trabajar más y mejorarte a ti mismo, pero pierdes con honor.

P. Cuando el aire no sopla a favor, cuando no existen esas armas, ¿cómo consigue encontrar el estímulo? R. Es complicado de explicar, pero también depende mucho del carácter de cada uno. Yo mismo, en particular, lo único que sé es que no soy más malo que mis rivales, eso es lo que me ayuda a seguir. Sé que en algún otro momento los he ganado y sé que puedo volver a hacerlo.

P. Como una pequeña depresión pasajera, vamos.
R. Bueno, hay momentos en los que las cosas no te van tan bien y a otros les van mejor pero uno sabe lo que lleva dentro y lo que hay.
P. Tras la victoria en Jerez, ¿qué potencial tiene esta moto que no tenía la de 2007?
R. Lo cierto es que es una moto bastante diferente en todos los sentidos. Hemos logrado mejorar un poco los problemas que arrastrábamos el año pasado, aunque sólo llevamos dos carreras. En principio ésta es una versión mejorada de la de 2007.

P. ¿Es pronto, entonces, para pensar en títulos? R. Es muy pronto.

P. Muchas veces ha dicho que cuando llevas mucho tiempo arriba, la presión acaba desgastándote mucho. ¿Cree que a Stoner le puede pasar factura el papel de campeón?
R. Es cierto que esta posición a veces es un poco estresante, pero Casey es un chico que acaba de llegar arriba y no creo que sienta el cansancio.

P. Hablando de su rivalidad con Lorenzo. ¿Qué opinión le merece lo que se está publicando, lo que está pasando, lo que dice Jorge…? R. Creo que la rivalidad en el deporte siempre ha existido y siempre existirá. Yo creo que se quiere hacer ver otra cosa, algo más que la rivalidad, se quieren hacer ver las maneras. Y eso es muy diferente a una rivalidad. Pero igualmente, como mucha gente sabe ya, la filosofía en nuestro equipo es hacer lo máximo cada fin de semana, hacer el mejor resultados posible, recoger los trastos, irnos para casa y volver a intentarlo en la siguiente.

P. Obviamente, nunca seréis amigos ni vais a tener cualquier otro tipo de afinidad, pero, ¿realmente sois tan irreconciliables como se pinta?
R. Bueno, es que yo no tengo problema, cero problema. Somos rivales y ya está. Él prefiere hablar o exagerar, pero yo no. Tú corres para un sitio, yo para otro y ya está. Es que me da igual lo que se diga después.

P. El Rey les juntó las manos a usted y a Lorenzo en un acto muy espontáneo. ¿Le molestó la acción?
R. No, no.

P. ¿Pero le da que pensar lo que hizo el monarca, le ha dado vueltas al asunto?
R. No, yo creo que las vueltas las di perfectas, 27 vueltas perfectas y ya está, se acabó.


No hay comentarios: